












Cruces, cruces y más cruces... salvo la especie de tótem o figura africana del final. Por último un vitraux verdadero, con vidrios de colores y plomo en las uniones. Infaltables: las flores de plástico que le dan ese toque de abandono a las tumbas.
Me gusta la fotografía. Y aunque no he estudiado nada relacionado a eso, con una camara en mano suelen salir cosas interesantes...